miércoles, 3 de noviembre de 2010

Oda a la claridad de la ausencia de lenguaje

... o soundtrack de la peor pesadilla de Cervantes? xD :) Enjoy.



PD: ¿Será que... los productistas "tratarán de conquistar al mundo"? x> Es que me dejo cortar la cabeza que tienen su laboratorio dentro de la Procter & Gamble.

x>... ;)

martes, 21 de septiembre de 2010

Buzz de Tomás Lampo "Another Ad: Hardcore - Caracas Chronicles". Comentarios y Respuestas

http://www.google.com/buzz/tlampo/iP8XC6BzCFf/No-tienen-idea-de-la-angustia-que-me-causa-ver

... ciertamente en términos de historia vivida probablemente somos todos unos pichones. Yo apenas tuve edad para votar en pleno gobierno de Hugo Chávez y entrando a la universidad (por allá en un lejano 2002 ;>) y justo al día después de raparme el coco (jejej ehh, pues sí), fui a inscribirme al CNE en el pleno Centro Simón Bolívar :) (toda una experiencia nueva y fascinante caminar por el centro de Caracas con el coco rapado xD :>). Sin embargo, a través de mi vida he contado con la bendición y tenido la dicha de rodearme de seres ricos en experiencias y de seres de profundo intelecto :) (entre los que, más en estos últimos, se encuentran incluidos ustedes queridos compañeros :>). Mi tío, uno de esos seres (aún con sus retos propios y trabas personales) sumamente especiales, de dones y talentos especiales, convicciones profundas, brillante inteligencia y vasto conocimiento de la historia (seriously, aparte de haberla vivido, su colección de libros perseguiría en pesadillas al más culto x> :)), fue preso político del primer período de CAP (en razón de haber sido uno de los asesores de los trabajadores afectados cuando explotó el asunto de los sindicatos en Sidor), una de las experiencias más rudas de su existencia... tomar turnos para dormir con el fin de vigilar que a tus compañeros no se los coman las ratas, tiene que ser una experiencia que marque tu vida. Fue uno de los primeros estudiantes de la USB (creo que debo tener su carnet x> ;) eran comiquísimos :>) y abandonó allí una carrera en Ing. Electrónica después de haber presenciado el brutal desalojo de algunas cuantas familias que sí, seguramente de manera ilegal, construyeron sus viviendas en las cercanías (si no en pleno territorio) del campus de la universidad. Se fue entonces a estudiar filosofía a la UCV. Fue miembro activo del partido Bandera Roja y una vez estallados los conflictos y las diferencias internas dentro del partido, fundó junto a algunos compañeros el partido Vanguardia Popular (adherido desde hace ya varios procesos electorales a todos los intentos de unidad en la oposición, incluidos los de estas próximas elecciones). Para alguien por años (seguro más de la mitad de su vida) tan identificado con la ideología y en general con el sentir izquierdista, que ha vivido además tan intensamente su proceso, ha de ser difícil y es significativo decir (que una vez nos lo dijo con todas sus letras en plena reunión familiar): "Esto no es por lo que yo he luchado por más de 25 años".

Otra persona que por razones desconocidas se atravesó en mi vida y me sorprendió también no sólo con las consecuencias de una vida profundamente solitaria, sino también con un amplísimo conocimiento de causa y sentido común en lo que a nuestra historia se refiere, fue un señor inmigrante español de y desde hace ya muchos años, de esos que dicen que aún cuando yo haya nacido aquí, se sienten todavía más venezolanos que yo ;) :) Y es que así me lo demostró también con su extenso conocimiento y profundo análisis de la historia y de la sociedad venezolana. Y él dice (algo que quizá sabemos todos pero no nos atrevemos a decir en voz clara y alta) que Hugo Chávez es hoy la consecuencia inmediata y grave (y la parte grave ya la señaló también Tomás, mi querido Tom), de más de 40 años de corrupción y sinvengüenzura (y agrego yo, no sólo de los gobernantes, sino de sus gobernados). Y ya lo dice Luís Alberto Lamata en su guión (que si apegado a la realidad, debe haberse dicho en los tiempos de Boves), quedó grabado de inmediato en mi cabeza y bien lo señaló Artur In en el post que publiqué en Google Buzz con el trailer de Taita Boves, una película venezolana que debo ver y que me atrevería a decir, sin saber demasiado de cine ni haber visto la película completa aún, cuenta con extraordinarias actuaciones y es de una impecable producción: "En tiempos de locos, el más loco es el que manda".

¿Que si debemos irnos? Coincido con Manuel, soy partidaria de que a los sistemas se les combate o se les libra mejor la batalla desde adentro. ¿Que si podemos irnos? POR SUPUESTO. Y no es un "por supuesto" como "claro, es lo más fácil, claro que pueden, váyanse." Es un que yo también reconozco la necesidad de crecer, de conocer esquemas, pensamientos, cultura y vidas diferentes. Más todavía, reconozco el derecho a tener una vida mejor y aquí si les digo, irnos es quizá un poco un atajo hacia eso. Porque es verdad, Venezuela necesita pasar por lo que está pasando y ha decidido hacerlo, cada uno ha decidido hacerlo con todo aquello que hemos hecho, con el cómo lo hemos hecho o con lo que hemos dejado de hacer... Pero soy partidaria también, y creo que Manuel planteó una idea similar, de que desde afuera es mejor apreciar la magnitud, la naturaleza y lo serio del problema. Por eso, de hecho, como dice Pinti, a donde vayan lleven a su país adentro caramba y bien adentro con raíces en su corazón. Bien lo han dicho todos, VOTEN. Y pueden no limitar su batalla sólo a eso. ¿Cuántos venezolanos nuevos ricos hay por el mundo predicando que aquí se vive bien? ¿Que estamos todos es pero machete y lo que estamos es todos rabiando porque es que Chávez vino sólo a cambiar todo para bien y estamos es empeñados en no dejarlo trabajar? Y con esas maravillosas mentes que tienen, con las que han sido bendecidos y con la amplia perspectiva que les da el privilegio de vivir fuera del caos (de Venezuela, porque el mundo en sí tiene su propio caos) pueden no sólo de manera inteligente y bien argumentada develar esas mentiras sino bien pueden también seguir en pie de lucha ideando, fabricando y trabajando soluciones. Porque es que hay que aprender a enfocarse en la solución, mas no en el problema... sí, a lo Patch Adams, ver los "8 dedos". Y en las palabras que escuché de otro brillante venezolano (que no sé si lo habría dicho alguien más antes), de amplio currículo de trabajo (en la academia y en el "ruedo") y de estudio (incluidos dos masters, uno de ellos en el exterior) y digno de mi profunda admiración, Manuel Martín: "Podemos ser parte de la solución, del problema o del paisaje".

Un gran abrazo a todos mis hermanos venezolanos, hermanos y compañeros de tierra, de cultura (de la hermosa, de la extraordinaria y de la buena, no de nuestras taras sociales), Dios los bendiga. Dios nos bendiga a todos y que la Virgen de Coromoto cubra a nuestro país entero con su manto y con su amor y guía nos dé la fuerza para salir hacia adelante. Y al mundo entero del que somos parte, con todas sus tierras, sus mares, su fauna, su flora, sus "cuidadanos" (que sí, somos además cuidadanos/ciudadanos de la Tierra) y demás hermosos regalos, que Dios nos bendiga.

jueves, 16 de septiembre de 2010

A todo hay que darle su espacio

"No me mueve Señor para quererte
el cielo que me tienes prometido;
ni me mueve el infierno tan temido,
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves Señor, muéveme el verte,
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme el ver tu cuerpo tan herido,
muevenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme en fin tu amor y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo yo te amara,
y aunque no hubiera infierno te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
Porque aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera."


(Adjudicada a San Francisco Javier)


:)... x*.

domingo, 30 de mayo de 2010

"Las leyes fundamentales de la estupidez humana"

"¿Por qué entonces unas sociedades prosperan y otras entran en decadencia? Depende exclusivamente de la capacidad de los individuos inteligentes para mantener a raya a los estúpidos." ...

http://www.google.com/buzz/cynthia.deoliveira/ASr1N8GCzYE/Por-qu%C3%A9-entonces-unas-sociedades-prosperan-y

martes, 4 de mayo de 2010

¿Música Popular o Lenguaje Universal?

Lo popular, siempre mayormente asociado con la muchedumbre, con la masa (término cuyo uso suelo subordinar al de “grupo de individuos”), lejos de definir un tipo o género de música al unirse a ésta como adjetivo, la convierte en un fenómeno que trasciende pentagramas, acordes, naciones, etnias, generaciones y grandes regalías comerciales.

Claramente, lo desgastado en uso del término abre espacio para ambigüedades injustas. Dentro de la realeza del pop son incluidos, sin mayor juramentación, lacayos (como una Britney Spears, RBD y otras fabricaciones), junto a artistas de la talla de Michael Jackson o de Los Beatles, cuatro motores de una profunda revolución, cristalizada en evolución, que todavía vaporiza brechas generacionales; cuatro poderosos motores que algunos hoy, jocosamente, intentan comparar con los Jonas Brothers.

Y mi intención no es, sin embargo, desestimar ni despreciar el revuelo y el movimiento causado por estos a quienes considero más pop performers que artistas, orientados más quizá a ser, desde su inicio, un producto comercial, a alcanzar los bolsillos de sus oyentes más que sus almas.

De acuerdo, debemos ser honestos. Todo artista necesita comer. Todos buscarán vender. Pero su esencia y prioridades a la hora de hacer música y en su forma de hacer música son notorias en su trabajo. Seguro, el arreglo musical, su forma y riffs pueden casi conspirar para conquistar carteras y fama. Pero su estilo, su mensaje y su melodía pueden establecer conexiones y "sinapsis" de un corazón a otro, de una memoria a otra y, cuando en conjunto, de un ser humano a otro.

Sí, montones de adolescentes eufóricas cantaron y lloraron con la boy band de turno, toneladas de muchachos hormonales deliraron frente a los posters o los videos de las princesas más perfectamente diseñadas. Pero hoy, después de 50 años, un asesinato, la agonía de una tenaz enfermedad y el paso indetenible de la edad, todavía hablamos “beatle”. Y algunos afortunados, crecidos en el centro de un ambiente eternamente musical, sentimos este idioma como parte de nuestra lengua más nativa.

Entonces al pan, pan y al vino, vino. Lo comercial es comercial. Lo popular perdura, transforma, une.

lunes, 22 de febrero de 2010

A un paso constructivista del primer mundo

Siempre que el conocimiento sea percibido en términos de poder y la necesidad de “derrotar” supere al deseo de aprender, de enseñar y de innovar mediante aportes con el fin de construir, el intercambio intelectual se verá drásticamente limitado. Y la gravedad de este escenario no es la limitación del intercambio en sí, sino que la pobreza e infructuosidad del trueque resultan notorias cuando se evidencia que lo único útil que puede ser obtenido de él (y entiéndase que sólo será obtenido por un intelectual, si estuviese involucrado), es el conocimiento de con quién, comprometerse en un intento de “canje” intelectual, es una total pérdida de tiempo.

Un “interlocutor” (a quien no definiremos como rival, camarada o pupilo), siempre nos brinda la oportunidad de aprender, sea por aportar algo que no sabemos, por aportar algo que sabemos, pero visto desde una perspectiva distinta o porque la ingenuidad de una de sus dudas nos hace cuestionar algo que no habíamos cuestionado (dando inicio a un nuevo proceso de aprendizaje y de descubrimientos) o nos hace revisar y afianzar conocimientos en el momento en el que elaboramos una respuesta que disipe la duda misma.

Cuando el intercambio de conocimientos se fundamenta en una contienda de poderes, en la búsqueda de un victorioso y un derrotado, una vez que los conocimientos se agotan comienzan a surgir elucubraciones y divagaciones que sólo tendrían por fin reforzar la apariencia de saber más de lo que se sabe con seguridad y ocasionar la confusión del rival hasta que admita (él o el auditorio) su derrota. Previo a las elucubraciones, los pocos o muchos conocimientos útiles que hubiesen destacado en esta batalla de monólogos, no sólo no van a ninguna parte sino que, en el mejor de los casos, se quedan justo donde estaban (en quien ya los “poseía”) y tal como estaban, es decir, no se transforman. No se extienden, no evolucionan, no se propagan, no CONSTRUYEN. En estos términos, el conocimiento, como concepto general, resulta poco menos que inútil. Incluso en los debates, donde el trasfondo es una “lucha”, si es establecido entre verdaderos intelectuales con un propósito constructivo, se establece un intercambio en el que, aún cuando cada uno puede mantener su posición, cada uno puede enriquecer su propia perspectiva en base a la del rival de una u otra forma, conservando además el respeto y la admiración por el oponente, la disposición de escuchar y de transmitir, la libertad de disentir o de coincidir y la satisfacción de aprender y/o de enseñar.

Entonces sería importante distinguir quiénes son los intelectuales. No basta con una mente de alta retentiva, con capacidad profundamente analítica o de creatividad ilimitada. El amor por el conocimiento mismo y por el potencial de su evolución para transformar y para crear de manera recursiva y poderosa, es clave. La admiración por “la vida propia” del conocimiento, más que la fascinación por el poder de poseerlo y de usarlo en contra de nuestros pares.

Las “mentes de primer mundo”, a las que no pretendo definir por el país en donde viven sino por el potencial que tienen para llevar a cualquier país al primer mundo, son mentes intelectuales. Mentes brillantes, constructivas, respetuosas (e incluso entusiastas) de posiciones encontradas y debates, mentes que aportan ideas y conocimientos con la pasión de verlas transformarse y crecer en conjunto con otras ideas y conocimientos para convertirse en sabiduría que sigue transmitiéndose a lo largo del tiempo aumentando su capacidad de crear e innovar conforme cambian los contextos históricos, sociales y tecnológicos. Mentes que transforman ideas en realidades que se desarrollan con más ideas (propias o compartidas).

De modo que el conocimiento acaparado y estático, eventualmente (y con una rapidez considerable), queda obsoleto ante los productos que surgen de las redes de conocimiento que los intelectuales construyen. La clave entonces es, en vez de orientar el conocimiento hacia la búsqueda de poder, hacia el acaparamiento y hacia el EGOísmo, orientarlo hacia la conformación de una sabiduría que tiene base en los conocimientos de toda una comunidad (con una dosis de altruismo, espiritualidad y profundo intelecto). Sabiduría construida en base a células preexistentes que se asocian con nuevas células (o células no tan nuevas pero recién traídas al contexto donde se realiza la construcción) para crear estructuras, en sí, cada vez más poderosas (entiéndase por “en sí” el énfasis en el poder la estructura creada más que de aquellos acreditados por su creación), estructuras capaces de beneficiar en muchos sentidos a la comunidad entera que contribuyó para crearla (trascendiendo muchas veces más allá de sólo esta comunidad) y de servir de facilitadoras (también catalizadoras) de nuevas construcciones y posteriores procesos evolutivos de aprendizaje.

Cabría entonces pensar que, en una era de cambios rápidos y radicales, donde cada año son generados 40 exabytes (4x1019) de nueva información y se presume en menos de cinco años existan computadoras que excedan la capacidad de cálculo del cerebro humano, esta es la forma ideal de crear o de CONSTRUIR, verbo que ha resaltado a lo largo de estos párrafos en distintas formas y conjugaciones, no de manera casual, sino muy intencionalmente relacionando al intercambio intelectual con los fundamentos de un mundo en el que no hay forma de que unos pocos de nosotros puedan dominar el conocimiento existente, resaltando de esta manera el concepto de “constructivismo”. Lo “constructivo” en contraposición de lo “destructivo”, que recuerda a “positivo” vs. “negativo” como cuando usado en los términos “crítica constructiva” y “crítica destructiva”. Los productos resultantes de esta propuesta constructiva no sólo evolucionarían con una rapidez creciente, sino poseerían una calidad difícil de superar por aquellos productos derivados de estructuras de conocimiento creadas por unas pocas mentes; mentes con seguridad muy brillantes y con metodologías de investigación y de desarrollo más robustas, pero mentes al fin menos altruistas y orientadas a hacer de los conocimientos una propiedad.